Nunca dejes de quererme,
me sentiría huérfano de tus besos,
de tus caricias, de tus miedos.
El horizonte, no tendría razón de ser,
para que seguir con tu ausencia,
nadra tendría sentido,
moriría sin tus latidos.
Y cuándo pronuncie tu nombre,
el eco de mi voz, será un susurro al viento,
por ti muero, y mueren mis lamentos,
por un te quiero tuyo,
seré siempre cautivo de tus besos.
4 comentarios:
En tu línea más romántica, César.
Y es que un beso de los labios apropiados puede hasta hacernos esclavos al instante...
un abrazo, poeta.
Un precioso poema César, duende del arcoiris de los sueños. Un abrazo!!
Ethel
Gracias Jero por tu siempre estar!
Un fuerte abrazo amigo!
Mi querida Ethel, tu presencia siempre me da vida!
Mil besos!!
Publicar un comentario